Todo eran carreras y gritos… la calle
estaba cerrada por cintas que decía Policía… no pase… era evidente que en ese
lugar había ocurrido algo sumamente importante…. Para que ese lugar estuviese
tan cercado.
-¿Está segura de que están bien?
-Completamente, antes de que entraran
las alarmas sonaron y las que estaban adentro, salieron.
El corredor del edificio que estaba
cercado por los cintillos amarillos de la fiscalía auxiliar, tenían huellas de
balas y metralla… la situación fue muy seria.
-Ahora con esto, todo lo que huela a
extranjero será perseguido y eliminado.
-¿Quién será la encargada de este asunto
ahora?
-Yanela Martínez, acuérdense de que ella
fue Casco Alado… tiene fama de justiciera… y de implacable… y es de las que
tira con los ojos vendados y en medio de oscuridad… por algo le dicen… La Diana
Cazadora.
-Ahora esta en Asuntos Internacionales…
tiene un equipo de incondicionales que son tan guerrilleras como ella… Ella no
tiene ascos para matar al que sea si es un asesino.
Yanela llegaba en ese momento, siempre
vestida de negro… nunca sonreía… siempre seria…y en el fondo de sus ojos negros
una gran tristeza… como si llevara en su espalda todas las penas del mundo…
desde que le mataran a su madre, abuelos y la dejaran sola en el mundo…con solo
dieciocho años…
En la actualidad, tenia veintisiete,
vivía sola, no se le conocía novio ni pareja seria… siempre sola…habían rumores
de lesbianismo, pero nunca fue cierto, porque una vez siendo adolescente también
se enamoró… aunque nunca fue correspondida…y la verdad para ella le daba igual
que existieran o no los hombres…eran un mueble mas en el mundo.
Ese sería su primer trabajo importante,
era escoltar a un importante agregado militar de la embajada…
-¿Cómo es él?
-Alto, rubio, ojos azules… anglosajón
hasta los pies… Con esa pinta, está invitando a que lo maten y descuarticen….
Eso si ella deja que lo hagan, a más de cuatro comunistas los ha hecho ver su suerte…
con una bala en la cabeza o la garganta sajada.
-Ni ella ni su equipo le tienen miedo a
nada… parece que no tuvieran corazón o si alguna vez lo tuvieron, lo que sea
que les pasó, se los sacó del todo.
Daniel Hayward llegó esa noche al aeropuerto.
-Las cosas no andan bien en Panamá… hay
atentados a cada rato… y te pusieron una escolta, y de las buenas… ¿Te dice
algo el nombre de Yanela Martínez?
-Ya el nombrecito me da miedo… me han
dicho que es una de las míticas hijas de Maryland Ainsworth… y una
francotiradora temible, les ha dado dolores de cabeza a muchos de esos que andan
matando gente últimamente… dos o tres aparecen con garganta sajada, y en un
charco de sangre… hubo uno que se atrevió a querer violarla y le volaron el
orgullo masculino de un cuchillazo. El tipo murió desangrado… y sin su orgullo…
-Se lo merecía… no cualquiera se acerca
a una mujer así, aunque dicen que tiene corazón de hielo y piedra.
-Yo creo que se lo extrajeron de tanto
sufrir… Ella perdió a su madre, a sus abuelos y a sus hermanos durante lo del
veinte… por eso siempre la vas a ver vestida de negro o gris muy oscuro…me
imagino que así estará la pobre chica por dentro…
-¿Es casada?
- No, y creo que ama demasiado su
libertad… o le tiene miedo a repetir el mismo error que llevo a la muerte a su
madre.
-No la he visto, pero debe ser bella.
-Lo es, la verdad, hijo, me gustaría
alguien asi para ti… es mesurada, correcta, tranquila, nada que ver con mujeres
en tecnicolor… y es el tipo de chica que sabe como encenderle la sangre a
cualquier hombre.
-Y llena de dolor y heridas por
dentro…papá.
AL DIA
SIGUIENTE… YANELA ESTABA REUNIDA CON SU GRUPO…
-¿Tienen noticias?
-Ya estamos montando seguimiento…aunque
son tan escurridizos, como si tuvieran pacto con ya sabes quién…
-Esta ciudad no es tan grande… No pueden
esconderse para siempre…
-¿Qué haremos?
-Estar alerta y vigilar en todo momento. Somos policías… y fuimos parte de los Cascos
Alados… a esos hay que combatirlos con sus mismas armas, y no dejar ni uno solo
vivo para que se ufane de que somos cobardes…
Así pasaron tres semanas… Daniel Hayward
no a había visto aún a Yanela, pero una tarde…
-¿Yanela?
-¿Daniel?
A su mente volvió todo lo vivido hacia
tres años…años en que hubo lucha para no ser nunca la sumisa que pago con su
vida el no saber vivir sin un hombre…
-¡Qué sorpresa! –dijo el hombre
acercándosele y abrazándola tan fuerte que casi la dejo sin aire. -¿Cómo estás…
qué ha sido de tu vida?
-Bien, sobreviviendo, dentro de lo que
cabe.
-¿Tu familia?
-No quiero hablar de eso…-dijo, con un
velo de tristeza en la mirada, que le dio a entender que sus familiares habían
muerto.
-¿Murieron?
-Si… Los asesinaron… por eso visto de
luto… fue una cosa muy violenta, y no pude hacer nada por ellos.
-Lo
imagino… tenias un entorno difícil, sobre todo con un padre así, que saltaba
lleno de ira y rencor a la menor tontería… Era de suponer que de salir las
cosas mal, los perjudicados serían tus familiares…
-El me desgració la vida… y por
desdicha, está vivo… y creo que está detrás de estos atentados…
-Papá dice que me cuide, a pesar de ser
un SEAL, yo sé cuidarme, pero no está de más una ayuda extra… Yanela, tú y yo
tenemos pendiente una conversación importante…
Ella, que nunca se sonrojaba, que las
miradas de admiración de los hombres, se estrellaban en el muro de hielo que
había erigido como defensa, se sonrojó al escucharlo recordar la conversación
que nunca pudieron sostener… y un lejano recuerdo volvió a su memoria…
El fue su asignación en aquellos tiempos
torturados… y ella cumplió su tarea incluso aquel día de las elecciones en que
casi le cortan el orgullo masculino… y se trabo en combate con su víctima, que
no era otra que la amante de su padre, y la causante de que su madre sufriera
tantas humillaciones, burlas y golpes… y también la que desencadenó la sangría de
aquella noche malhadada.
-Por tu bien, Daniel… debes olvidarlo.
-¿Por qué? Yanela, salvaste mi vida, ¿cómo crees que un
SEAL paga eso? He vivido esperando por
ti, por volver a verte, mirar tus ojos… besar tus labios… acariciar tu piel,
fundir mi cuerpo entero en tu suavidad… No, no sé olvidar… y no me puedes
exigir que lo haga.
-¿Qué tengo para ofrecerte? Soy una
mujer amargada, que todo lo que tenía en la vida, lo perdió… no puedo ni
siquiera ofrecerte mi corazón, porque la noche que mataron a mi familia, lo
perdí…
-Déjame curar tus heridas, enseñarte que
el amor no es lo que tu padre sentía por tu madre… él nunca amó a nadie, ni
siquiera a sí mismo…. Amor a palos, a golpes y patadas, nunca fue amor. Y yo de
eso se bastante… y no hablo de carnalidad ni erotismo, aunque eso también entra
en lo que siento… hablo de amor, ese amor de verdad que solo se siente una vez
en la vida… es el que siento por ti…
Yanela tuvo que reconocer que era
cierto, el reto de esos ojos azules que la miraban tiernos, ella añoraba cuando
tenía sueños, ilusiones… una dulce sensación se apoderaba de ella cuando veía
una pareja, pero recordaba sus tristes comienzos, y los recuerdos de golpes,
insultos, ira, puños levantados, y sobre todo aquella masacre sin sentido que convirtió su vida en un páramo desierto.
-Lo recuerdo… Daniel, por tu bien, debes
olvidarme… tu mereces una mujer sana, no el cadáver andante que soy yo… nada
puede resucitarme en la vida… ni siquiera tú.
AL
DIA SIGUIENTE…
Un anuncio llegó a la embajada, los
invitaban a un concierto en el emblemático teatro Nacional. Era de Viktor
Zhukov, pianista ruso de fama internacional junto a la soprano Lalla
Porizkova. Tocaria varias arias de
operas selectas… entre las piezas instrumentales estaría una vigorosa mazurca,
Los Cosacos del Don… Estaba programado
dicho concierto para el 8 de junio.
-Extraña coincidencia… el mismo día que
Díaz Herrera contó toda la verdad.
-Posible atentado, entonces…
-Por lo que pueda ser, extrememos precauciones,
yo no voy a dejar pasar la oportunidad de ver cara a cara a esa banda de
criminales que están haciéndonos pasar dolores de cabeza… y de paso cobrar una
vieja deuda.
-O sea que iremos al teatro.
-Si… Recordemos cómo murió el presidente
Abraham Lincoln. En medio de la risa del público frente a una humorada del
actor principal, eso dio pie para que el asesino actuara matando a dos personas
y consumando un magnicidio…
-Eso ocurrió hace un siglo. No creo que en esta época tan ilustrada pase
algo así…
-No deja de tener vigencia, estos
“monos” no saben ser originales, ni para conquistar a una mujer sirven-
-A John Wilkes Booth le salió todo bien,
no había suficiente seguridad, ni gente entrenada para esto… No cometeremos los
mismos errores… esta vez, lo estaremos esperando… ¿Quién de ustedes ha
escuchado una mazurca?
-Es una pieza de ritmo vivo, popular
en Rusia y en los pueblos eslavos…
-Posiblemente aprovechen el momento más
movido de la música para enmascarar los disparos… y matar al embajador y a su
hijo… y no voy a dejar que suceda…
-Imitar algo que paso hace casi
doscientos años… tienen que estar muy faltos de imaginación o muy desesperados…
-Si mi intuición no falla, salvaremos
muchas vidas… a trabajar. Esta noche saldremos de caza, chicas.
ESA NOCHE… EL TEATRO NACIONAL, TESTIGO
DE TANTAS OBRAS DE TEATRO Y MUSICALES, ASI COMO CONCIERTOS DE MUSICA CLASICA,
DE LA TEMPORADA DE CONCIERTOS DE LA ASOCIACION NACIONAL… SE VISTIO DE GALA PARA
LA PRESENTACION FINAL QUE CERRABA LA TEMPORADA…
-¿Todos en sus posiciones?
-Todos en su puesto, sin novedad 10-4.
-No hay novedad acá tampoco… esto está
demasiado tranquilo para mi gusto.
Unos minutos después… el radio Motorola
que llevaba Yanela en la cintura, empezó a pitar.
-Aquí Águila líder.
-Movimiento en la puerta trasera, que da
a la calle de la Catedral Metropolitana… llegó un nuevo músico que no pertenece
a la orquesta que vino con el pianista… creo que es el que estábamos esperando.
-Alerta al resto de las unidades…
La tercera pieza era la Mazurca esperada
por las chicas… todos estaban en sus puestos, preparados… y Yanela apareció en
el palco donde estaba el embajador y su hijo.
-Problemas… el tipo está aquí… No te
apures, actúa natural… de llevármelo en los cachos, me encargo yo.
-Yanela…
-He madurado esto día tras día… desde
que mis seres queridos murieron bajo los machetazos de ese desalmado… me debe
la vida de mi mamá, de mis abuelos y la de mis hermanos… y la voy a cobrar con
cada gota de sangre que le saque a ese desgraciado…
En ese momento, se escucharon disparos y
gritos… eran los secuaces del tipo… la gente empezó a salir despavorida del
teatro… y afuera la gente de Yanela estaba batiéndose a tiros con los
terroristas.
-Daniel, quédate aquí conmigo… igual
usted, Su Excelencia… -Yanela sacó su revólver nueve milímetros… preparada para
usarla en el momento que lo requiriera. Un hombre apareció detrás de una
cortina, y apuntó hacia ellos, pero Yanela fue más rápida…
-¡Bang! ¡Bang!
Un cuerpo se descolgó en el palco frente
a donde estaban ellos y cayo al vacío… Otro hombre disparó, dándole en un
hombro a Daniel.
-¡Ah!- exclamó al sentirse herido.
-Daniel…
-No te preocupes por mí. –dijo el
muchacho, intensamente pálido y sangrando profusamente por el hombro… Ve por
él… creo que se trata de quien buscas. No lo dejes escapar…
-Está bien…
Lo dejó en manos de una de sus chicas, y
se fue tras el terrorista, hasta alcanzarlo justo frente al antiguo Club de
Clases y tropas. Este le disparó a la
chica…
-Huir no resuelve nada, papá… entrégate
a la justicia… No quiero matarte, pero lo haré si me obligas… Me odias porque
te recuerdo tus fracasos, tu incapacidad para querer a nadie… asesinaste a una
mujer buena que siempre se tragó tu falso amor y tus mentiras… y a dos
inocentes niños cuya única falta fue que los trajeras a este mundo a pasar
trabajo y fueron tus chivos expiatorios… y a dos ancianos indefensos,
convirtiéndome en un robot sin alma… No hagas esto más difícil para los dos…
entrégate…
La respuesta fue una andanada de
disparos… pero cuando el arma de Yanela se descargó, este se arrojo contra ella
con un filoso cuchillo dispuesto a encajárselo a la chica en el cuerpo… esta
sabia luchar, cuando sintió una detonación que lo hizo soltar el cuchillo y
caer sobre ella…
-¡Por todos los santos qué…! –fue cuando
vio a Daniel, que con su hombro herido y sangrante, habia tomado un revolver y
disparado al terrorista en la nuca…
-¿Te encuentras bien? –Le preguntó el
muchacho, y detrás, apareció su padre, con una Luger de los tiempos de la
Marina… el tambien le habia disparado al hombre…
-Estoy bien, gracias, Su Excelencia.
Dan, necesitas que te vea un médico.
-No iba a permitir que le arrebatara la
vida a la única mujer por la cual daría hasta lo que no tengo, por verla
sonreír, una sola vez en la vida.
Llegaron las ambulancias… Daniel en una
camilla tuvo fuerzas para sonreir coquetamente a Yanela, que lo miraba.
-No tenias que hacer eso… estabas
herido… ¿Qué pretendías, buscarte la muerte?
-No podía dejar que acabara con la vida
de la mujer que amo… sin hacer algo al respecto.
-Daniel… yo…
-Ya hablaremos, Yanela… he de
convencerte de que te cases conmigo, aunque me tome la vida entera hacerlo…
Al ver partir la ambulancia, una de las
chicas se acercó.
-Me temo que tendrán mucho de qué
hablar…
-Es terco, necio, pero… tiene razón.
-Este es el principio de una mejor vida
para ti… creo que en tu cielo gris, acaba de salir el sol.
Yanela se dirigió al interior del
teatro… y miró nuevamente hacia el malecón… Una luna llena, luna llena de Noviembre… una luna llena de promesas…
No hay comentarios:
Publicar un comentario